Hoy 1 de octubre de 2023 os voy a dejar un relato que se me ocurrió una mañana en que no estaba yo en uno de mis mejores momentos, quizá molesta por alguna razón que ahora ya no recuerdo. Pero sea como sea, lo escribí y ahora os lo dejo aquí para que podáis leerlo y juzgarlo como os parezca.
Julita
Me quedo pensando en que tienen razón, porque yo, como ser humano que soy, no puedo ir en contra de la naturaleza y ellas, las nubes, son parte del universo con más derechos, pues existen como tales antes de que yo ni siquiera fuera un proyecto y seguirán estando cuando haya desaparecido.
Tengo claro que no son las mismas nubes siempre pues, aunque mi cerebro no está demasiado claro, sé que se forman por la evaporación del agua de los ríos, del mar y de cualquier otra que se sitúe en algún lugar asequible para ellas. Pero siento respeto por esa formación parecida al algodón que cubre el cielo y que nos manda la lluvia cuando corresponde o cuando lo consideran oportuno.
Después de toda esta elocución conmigo misma, decido dejar de mirar las nubes antes de que mi mente se acompleje y me envuelva en un mutismo del que difícilmente puedo volver a salir.
Entonces dirijo mi vista a ningún lugar en concreto, pero se topa con un sauce que hay debajo de mi ventana y que ya estaba allí cuando me mudé a esa casa de la que, sea dicho de paso, estoy muy orgullosa, pues he conseguido darle un toque personal que me permite vivir muy a gusto.
Pero en ese momento me pongo a pensar que ese árbol seguirá ahí seguramente cuando yo ya me haya ido y, sin poder evitarlo, me invade de nuevo la tristeza al pensar en lo efímero de nuestra vida y en todo lo que yo quiero hacer aún en los años que están por venir.
Aparto la vista del sauce como si se tratase de un apestado y la encaro con unos pajarillos que revolotean a su alrededor y en ese momento no puedo evitar soltar una exclamación, sin ningún temor a que mi voz sea escuchada y les digo:
—¡Vosotros sí, vosotros os iréis antes que yo, tenerlo por seguro!
Acto seguido me retiro de la ventana y me reprocho el que haya tenido la mala idea de asomarme a respirar aire fresco, pues estoy segura de que con el viciado de dentro de mi casa, no me hubiese agarrado el cabreo y el mal humor que me corroe las entrañas en este momento.
Julita San Frutos©

4 comentarios:
A mí sí, y supongo que a más de una o uno de quienes te leen, me ha pasado algo similar.
Siempre hay algún día de esos en que, por más que lo intentas, eres incapaz de salir de tu estado de frustración, desánimo o hablando claro, mala leche, que te ha inundado por dentro. No sabes muy bien desde cuándo y es difícil salir de ahí, pero te cambia por completo la percepción de tus acciones más cotidianas.
Gracias por expresarlo así y permitirnos verlo desde el exterior. Somos efímeros y precisamente ese hecho es el que dota de mayor interés nuestra vida. El futuro seguirá en su lugar así lo percibamos con rabia o con serenidad.
Gracias por tu comentario Rebekatalart, sabes que son los que me ayudan a seguir escribiendo y expresando mis sentimientos que, como dices, suelen ser parecidos a los de otras personas.
Sí somos efímeros por eso hay que vivir el día a día lo mejor que podamos.
Un abrazo fuerte.
Es verdad. Siempre habrá un futuro para alguien, o algo.
El universo es efímero. Las estrellas mueren, todo muere antes o después. El árbol que, en principio, está previsto que viva cientos de años, puede ser desenracinado rápidamente por una tormenta. El pajarito, cuya vida es naturalmente más corta que la de los humanos, puede sobrevivirnos si, mientras los observamos, se nos para el corazón. Nacemos y morimos, pero si sabemos la fecha de nacimiento, desconocemos la de nuestra desaparición.
Las rabietas son inevitables porque la vida no es siempre fácil pero lo único que podemos hacer es tomarla serenamente y aprovecharla al máximo. Pequeñas o grandes cosas, todo hay que vivirlo lo mejor posible!
Todos tus relatos invitan a la reflexión, Julita...
Me dices que mis relatos invitan a la reflexión, pero tus comentarios también son inspiradores y como siempre, tienes razón en todo lo que dices, seguiremos escribiendo ya que, al hacerlo podemos expresar sentimientos y pensamientos que pueden servir a otras personas al leerlo.
Un abrazo muy fuerte.
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