Hoy día 1 de noviembre y después de una noche, imagino, ajetreada para muchos mortales, voy a publicar uno de esos pensamientos que se le vienen a una a la cabeza en momentos en que nuestro cerebro se siente obnubilado por problemas que, creemos en ese instante, van a tener difícil solución, aunque la mayoría de las veces nos damos cuenta posteriormente, de que sí que la tienen.

4 comentarios:
Dolor en el alma, pero con un mensaje de esperanza, ya que ha sido un sentir efímero hasta tener conciencia de que los problemas, en general, se solucionan. Y, como dice el proverbio: si no tienen solución, para qué preocuparse? Los momentos de abatimiento son inevitables, sobre todo en este período del año, pero lo importante es ver la luz al final del túnel. Bonito poema.
Gracias Marina, sí se te ocurren esos pensamientos en un momento de frustración, luego se te pasa y vuelves a tu sentir normal, el problema es que yo todo lo escribo🥴
No es un problema, Juli, sino una terapia excelente!
Supongo que tienes razón y es una buena terapia, pues en realidad a mi me ayuda mucho.
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