DECLARACIÓN DE INTENCIONES

Hoy día 1 de mayo, publico mi Declaración de Intenciones, quizá con ella consiga aclarar ciertas dudas. Julita

   Como quiera que me he dado cuenta de que personas de mi entorno ponen en tela de juicio el verdadero motivo por el que pertenezco a una asociación feminista, he decidido explicar las razones para ello, extendiendo de esta forma dicha aclaración a todas las personas que, conociéndonos o no a las feministas, ponen en nuestra boca declaraciones que en la mayoría de los casos no son ciertas:

  Mi principal meta es conseguir que tanto mis nietas, como sus propias hijas y nietas y todas las mujeres que en un futuro próximo pueblen esta tierra, puedan vivir en un mundo en el que no sea necesario que interioricen conductas que hasta hoy, mujeres de todo el globo y solamente por el hecho de nacer féminas, hemos necesitado adquirir.

  Que no sea obligatorio que vuelvan la cabeza cada dos por tres cuando vayan solas, para asegurarse de que nadie las sigue y no tener que echar miradas furtivas a los rincones y portales oscuros, donde pudiese estar agazapado quien o quienes las puedan sorprender con no buenas intenciones.

  Que puedan ir al colegio, instituto o universidad y más tarde al trabajo, sin ningún tipo de coacción y sin tener que sentir la actitud a veces violenta, ni la mirada de menosprecio que pudiese suscitar el simple hecho de ser mujer.

  Que nadie les haga pasar por una ablación para de esa forma contentar al hombre que, más adelante y sin haberlo elegido, se convierta en su esposo.

  No verse obligadas a un matrimonio impuesto cuando han tenido su primera menstruación, incluso sin haberla tenido aún, que en muchos casos les hace parir, poniendo en peligro su corta vida y privándolas por completo de disfrutar de una infancia y una adolescencia como se merecen.

  Que se les permita acceder a los estudios que prefieran para, con ello, poder conseguir las metas que se propongan, sin relegarlas por el simple hecho de no ser hombres.

  Que puedan elegir su propia maternidad sin ningún tipo de imposiciones.

  Que disfruten de un salario digno y acorde con el trabajo que desarrollen, en las mismas circunstancias que sus compañeros: chicos, señores, hombres, sin diferencias y sin ser analizadas u observadas indefinidamente por su género femenino.

  Que se sientan al fin libres; libres de vivir su propia vida como deseen, sin que por ello sean cuestionadas, como la “buena costumbre” nos ha cuestionado a todas.

  Todo esto deseo que se consiga, sin desfavorecer en absoluto al género masculino, que por otra parte merece todo mi respeto, sino con una verdadera paridad en cuanto a oportunidades, siempre siendo conscientes de que físicamente somos diferentes, pero que nuestro cerebro tiene la misma capacidad resolutiva y de intenciones.

  El mundo será mucho más agradable para vivir, en el momento en que seamos capaces de caminar unidos para lograr este fin, que debe ser nuestra prioridad, junto con el respeto al planeta en el que vivimos y por ende a todos los que nos rodean, dejándonos de rencillas absurdas que deben quedar ancladas en el pasado.

  Por  eso lucho y lucharé dentro de mis posibilidades y hasta que me queden fuerzas para ello. Soy feminista, no reniego de los hombres, no quiero limitaciones para ellos, aunque aún las tengamos nosotras, únicamente quiero una igualdad real e insto a todas las mujeres a que lo sean.

  Como dijo en su día María de Maeztu: Soy feminista, me avergonzaría no serlo, porque creo que toda mujer que piensa, debe sentir el deseo de colaborar como persona, en la obra total de la cultura humana.

Julita San Frutos© 2019