Aunque se pudiera pensar que este mes no iba a publicar, no es así, me he retrasado un poco, pero aquí estoy de nuevo y en esta ocasión como en otras muchas, la palabra Fortuito fue la que nos propuso, en un momento dado, nuestra profesora de Escritura Creativa y este es el relato que se me ocurrió a mí.
Que lo paséis bien leyéndolo.
Julita
Supongo que todas las cosas que nos ocurren tienen una razón de ser pues, al analizarlas, nos damos cuenta de que si hubiesen sido de otra manera las consecuencias se hubieran ido derivando por caminos diferentes.
Pero dentro de toda esa razón, hay momentos que pueden ocurrir de forma fortuita y eso fue lo que me ocurrió, en cierta ocasión, en que me encontraba refrescando mis pies en un riachuelo que transcurría plácidamente por los vericuetos de la montaña que me había propuesto coronar.
Era mucho el camino que ya había recorrido y mis pies, dentro de las botas de montaña, me pedían a gritos un descanso, pues estaban a punto de no tener cabida dentro de su habitáculo.
Me senté en una roca y deposité a la derecha la mochila que descargué de mi espalda, no menos dolorida que mis pies. Al descalzarme noté el suspiro de mis apéndices y no pude evitar pedirles perdón por no haber sido consciente de su necesidad.
El frescor del agua recorrió todo mi cuerpo haciéndome sentir un placer indescriptible. Cuando habían pasado escasamente unos pocos minutos, noté como algo se aferraba al dedo gordo de mi pie izquierdo, succionando con avidez.
Comoquiera que el líquido elemento de aquel lugar era totalmente cristalino, no tuve problema en observar que se trataba de un pez que, seguramente, había confundido mi dedo con algún elemento comestible.
Mi primer pensamiento fue atraparlo y volver a casa con él como un trofeo, pero como no puedo evitar ser una sentimental, busqué en la mochila un plátano que había cogido esa mañana para paliar el hambre que estaba segura me agudizaría para, de esa forma, tratar de engañarle y hacerle soltar la presa, cosa que por otra parte me iba a resultar imprescindible hacer si quería continuar con mi camino.
Le quité la piel al plátano, partí un trozo y lo acerqué a su boca y, aunque en un principio hizo caso omiso de mi invitación y continuó tratando de engullir mi pulgar, ante mi insistencia, decidió mirarme directamente a los ojos y, en ese momento, fui consciente de que había entendido mi actitud, porque soltó el dedo y apresó el trozo de plátano que yo le ofrecía, sin dejar de mirarme.
Fue un momento muy especial, me di cuenta de que todos los seres que poblamos la tierra podemos ser capaces de comunicarnos si nos lo proponemos.
Seguí cortando el plátano y arrojando los trozos al agua, por lo que empezaron a acudir los peces que allí habitaban atraídos por la comida. De nuevo busqué en la mochila y encontré una manzana que también troceé.
Me sentía la mujer más feliz del mundo en aquel lugar apartado y tranquilo, rodeada de naturaleza, pero cuando por fin me retiré del riachuelo y emprendí el camino a casa, me prometí a mí misma no contar nada de lo que me había ocurrido, pues estaba segura de que nadie lo iba a entender y que incluso sería motivo de burla, por lo que aquél encuentro fortuito con el pez, únicamente ha quedado grabado en mi memoria.
Julita San Frutos©

4 comentarios:
Precioso!!! Que poco valoramos el mundo animal y lo que nos aporta
Muchas gracias porque te parezca precioso y tienes razón en que no valoramos suficiente el mundo animal y deberíamos hacerlo. Un abrazo. Julita
En la vida, una buena parte de nuestros encuentros son, sin duda, fortuitos pero con un pez bastante poco habituales. Este simpático relato me trae a la mente una vivencia personal, en algún lugar, así como la terapia utilizada en ciertos centros de podología y que consiste en hacer limpiar células muertas de la piel a unos peces llamados "garra rufa" aunque, en este caso, el "encuentro" no tenga nada de fortuito!
Tienes razón Marina que los encuentros con un pez no suelen ser habituales, aunque he visto en algunos documentales a personas interactuar con ellos, quizá por eso me salió este relato y también puede ser que tuviese en cuenta las sesiones que dices para limpiar los pies, aunque en este caso ellos únicamente hagan su trabajo🤭😂
Publicar un comentario