¡FELIZ AÑO 2021 A TOD@S!
Hoy día 1 de Enero de 2021 os dejo un relato en el que continúo con los sueños, aunque en éste tenga un registro diferente.
Un abrazo.
Julita
Desde muy pequeña el juego al que más le gustaba jugar a Sonia era a ser bombera. Con su imaginación recreaba incendios, a los que acudía rauda para evitar que se propagasen, para ello, corría de una parte a otra de la casa, con su cuerda de saltar a modo de manguera y una cacerola en la cabeza como casco.
En sus correrías, siempre la acompañaba su perro, que ladraba feliz de poder llevar a cabo esas hazañas. ¡Cuántas veces tropezaron con algún miembro de su familia y cuántas más recibieron la reprimenda de sus progenitores!
—Por favor Sonia —le decían— ¿puedes parar un poco? Simulas muy bien una sirena, pero, entre tus alaridos y los ladridos de Rufo, nos tienes la cabeza loca, ¡verás cómo al final vamos a acabar teniendo una desgracia!
Pero nada de todo eso amilanaba a la niña que consiguió, con bastantes ruegos desde luego, que le regalasen un traje completo del oficio de sus sueños. Desde ese momento pudo cambiar la cacerola por un casco infantil, aunque de manguera siguió utilizando su cuerda, pues al parecer, no se atrevieron a que el disfraz incluyese una.
En la adolescencia, ya tuvo muy claro hacia donde quería encaminar sus estudios y así se lo hizo saber tanto a sus padres como a sus profesores. Todos ellos, coincidieron en tratar de disuadirla de su empeño, argumentando que no era un trabajo para mujeres, pero al igual que en su infancia, ningún consejo calaba en su mente, es más, lograban el efecto contrario; afianzaban su decisión.
Tanto sus amigas como sus hermanos, re reían de ella y de su idea, diciéndole lo difícil, incluso imposible, que le iba a resultar cumplir su sueño.
Sonia tenía muy claro que en España, en ese momento, no había ninguna mujer en el Cuerpo de Bomberos, pero pensaba que era porque ninguna había puesto demasiado empeño en conseguirlo, pero si de algo estaba segura era de que ella lo conseguiría.
Con esta idea en su mente, se informó de todos los requisitos necesarios para presentarse a la convocatoria más próxima y se dio cuenta de que las pruebas físicas le iban a resultar muy duras, pero aun así, no dudó en seguir adelante y, para ellas, contactó con un entrenador. Para las teóricas optó por apuntarse a una academia. Tanto uno como otros, evitaron hacerla desistir, pues fueron conscientes de que nada de lo que le dijesen iba a calar muy hondo en ella.
Así, día y noche estudió y se preparó concienzudamente, hasta que llegó el día en que fue a presentar sus impresos.
No tardó en darse cuenta del lío en el que se había metido, al notar la mirada irónica del empleado que le recogió los papeles y que, mientras lo hacía, con una sonrisa socarrona la espetó:
— ¿Eres tú la que se presenta a bombera?
Por educación contestó que sí, e inmediatamente la sonrisa de él se volvió casi una carcajada al decirle:
—Pues que tengas suerte, porque te va a hacer falta.
En ese momento notó como si algo se le rompiese por dentro y el pensamiento de que todos los que la rodeaban iban a tener razón, cruzó su mente, pero lo desechó con gran entereza, ¡no estaba dispuesta a renunciar a su sueño, por mucho que le costase!
Desoyendo de nuevo todos los consejos, el día señalado se presentó a la convocatoria. Con un rápido vistazo pudo constatar que era la única mujer que allí había, pero ello, en lugar de acobardarla, le dio fuerzas renovadas.
Las pruebas teóricas las resolvió satisfactoriamente, pero enfrentarse a las físicas le supuso un gran reto, mucho mayor de lo que esperaba. A pesar de que hizo un esfuerzo sobrehumano, no pudo equipararse físicamente con la mayoría de los hombres que se habían presentado. Pudo corroborar que estaban pensadas única y exclusivamente para el sexo masculino y ella, a pesar de tener una buena constitución, no podía igualarse.
Había leído que por la Ley de Igualdad, estas pruebas debían de ser aptas para ambos sexos, pero la realidad no concordaba con dicha ley.
Ni que decir tiene que en esa ocasión no consiguió ser admitida, pero continuó presentándose una convocatoria tras otra, hasta que por fin fue aceptada, corroborando que su tesón había dado el fruto deseado.
En ese momento se prometió que lucharía para que ninguna otra mujer
tuviese que pasar por la angustia, la desesperación y la impotencia por la que
había pasado ella. Por eso se convirtió en una gran activista que lucha para
que la igualdad, entre los dos sexos, sea una realidad y no un sueño
inalcanzable.
Julita San Frutos©

10 comentarios:
Puto patriarcado.
Si Cabrónidas y cuesta cambiarlo.
Primero que nada Julita, Feliz Año para ti y tu familia.
Y sí, está claro que con tesón todo se puede alcanzar.
Gracias a tantas y tantas mujeres que han luchado con ahínco incluso dando su vida, las circunstancias están cambiando aunque, claro está, queda mucho por hacer.
Yo, por supuesto, estoy a favor de la igualdad pero creo, que hay oficios en los que se necesita la fuerza física y eso, por mucho que nos empeñemos, nunca será igual.
Los hombres, no todos claro, por su constitución tienen más fuerza que nosotras, so pena que la mujer sea grande y fuerte que no suele ser lo habitual.
Te pondré dos ejemplos, aunque es ficción porque yo no conozco a nadie personalmente.
El primero, una serie de TV que se llama 911. Ahí hay una bombera negra, sí, pero que es más grande que alguno de sus compañeros.
Y el segundo, en la película La Teniente O'neil, Demi Moore se las ve y se las desea para ser una más. Los exámenes teóricos los pasa con nota pero las pruebas físicas ya son otra cosa.
Hace años que las mujeres están en las Fuerzas Armadas y seguro que pilotan un avión igual o mejor que un hombre pero, a la hora de llevar a cuestas a un compañero herido...
En estos casos, más que el género, yo tendría en cuenta la envergadura del individuo. Las personas más delgadas, pequeñas de estatura o enclenques, no me parecen capaces de desarrollar ciertos trabajos, por mucha ilusión que tengan en realizarlos.
Puede que la mente les acompañe pero el cuerpo, no tanto.
En el caso que tú nos cuentas, Sonia hace muy bien teniendo ese sueño durante toda su vida y llevándolo a término pero ¿Sabes la fuerza que hay que hacer para sujetar la boca de una manguera que emana cientos de litros de agua?
La igualdad es necesaria pero es que, queramos o no, somos distintos.
Un besote como siempre.
Helen
Sí,somos diferentes, pero se debería ayudar a las personas cuando tienen un sueño. Si no pueden cargar con un compañero, seguro que hay muchas otras cosas que pueden hacer, no reírse en sus morros por su diferencia.
No he visto nunca, a menos en mi entorno, burlarse de un hombre que quiera ser modisto, bailarín, maquillador... o cualquier otra cosa propia de una mujer. No va a ser tan delicado en muchas ocasiones, pero seguro que lo hará bien.
En el caso de la mujer se duele descartar sin miramiento.
Rebeca tiene una amiga Bombero Forestal, lleva una cuadrilla y conduce el camión o lo que haga falta. A la hora de hacer algo que sabe no va a poder, porque la fuerza no se lo va a permitir, manda a alguno de los demás.
Yo me refiero a eso, a que siempre puede haber una salida para cumplir los sueños, que no nos corten las alas porque así lo estipula un patriarcado que ya no debería tener razón de ser.
Por cierto y como dices ¡Feliz Año!
Un abrazo.
Julita.
Yo estoy totalmente de acuerdo con Helen y, como ella, también considero que todo el mundo tiene que tener los mismos derechos como seres humanos. Y las mismas obligaciones.
Sin embargo, no se pueden pasar por alto las diferencias físicas, y no sólo en lo que a la fuerza u otras capacidades se refiere, sino que, por el momento, son las mujeres las que llevan a los hijos en su seno. Las diferencias existen y tenemos que admitirlas.
Dicho ésto, perseguir un sueño y luchar por alcanzarlo es totalmente legítimo. Y no hay razón para que se pongan trabas a nadie por ser de otro sexo o de otra raza.
Respecto al comentario de Cabrónidas, yo añado que ni el patriarcado ni el matriarcado son aceptables. Sólo juntos los unos y los otros, con nuestras diferencias, podremos avanzar.
Tienes razón Marina, no hay que poner trabas a las personas sea cual sea su sexo y también que debemos de caminar unidos unos con otros para lograr un mundo más justo e igualitario, siempre, como dices, teniendo en cuenta nuestras obvias diferencias.
Supongo que nuestros sueños se cumplieron pero quizá fue porque eran sencillos y fáciles de cumplir, así que no encontramos problemas para conseguirlos.
Un abrazo muy fuerte.
Julita
Muy buena presentación de lo que realmente se vive por desgracia en muchas situaciones de la vida.
Si, así es🙅♀️
Refleja muy bien lo que muchas mujeres hemos sentido, cuando nos henos encontrado en "territorios" por tradición, masculinos. Sea un examen, un trabajo u otra situación.
Entiendo que a ellos les sucede algo similar, en aquéllos catalogados para mujeres.
Según lo veo, y he trabajado en la obra rodeada de obreros bien machotes, todo en esta vida tiene su parte de maña y su parte de fuerza. Ninguna de ellas tiene un valor mayor que la otra, dependerá del modo en que se utilice cada una.
Hay que seguir luchando para evitar escenarios catalogados por género. No nos llevan a ningún lugar interesante.
Gracias Julita por hacernos reflexionar.
Gracias a tí Rebeka por tu comentario y ojalá llegue el momento en que se tenga en cuenta lo que dices y lo que deseamos. Un abrazo. Julita
Publicar un comentario