viernes, 1 de febrero de 2019

UNA FAROLA CUALQUIERA

Con este relato, me pasó algo parecido a Martín, que cuando lo escribí, dudé en catalogarlo como relato infantil o simplemente relato, o sea para todo tipo de público y, al final, he optado por la segunda etiqueta. No se si estaréis de acuerdo conmigo cuando lo leáis.
Julita
 
  Me encontraba ensimismado escuchando el silencio, era una sensación de paz de la que hacía mucho tiempo no disfrutaba. No quería que esa emoción se escapase de mí, tenía que retenerla; así que cerré los ojos, suavemente, como aquél que consigue mecerse en el sueño dulcemente.
  Aspiré el aire, haciéndole llegar a mis pulmones, un aire limpio, sin degradaciones, no en vano me encontraba en la cima de aquella pequeña montaña, que, con no poco esfuerzo, había conseguido coronar.
  Un destello me sacó de mis ensoñaciones y no tuve más remedio que abrir los ojos, bastante molesto por cierto, al pensar que alguien había osado interrumpir mi tranquilidad.