Pasan los días, pasan los meses... pasa el tiempo más aprisa de lo que desearíamos porque ya nos encontramos a 1 de octubre de este año 2024.
Bien, hoy publico una carta que presenté el año pasado al concurso en el que me premiaron: "Carta de amor de Ginebra" y que ya publiqué en este blog en su día. Esta carta, la de hoy, se titula "Carta de Ignacio a Eloisa" y espero, como siempre, que os entretenga un ratito.
Julita
Mi querida Eloisa:
Estoy en este momento sentado ante mi escritorio con varias hojas de papel inmaculado delante, para tratar de encontrar la forma en que poder expresarte lo que significas para mí, pero me doy cuenta de que a mi mente no acuden las palabras que necesito para poder definirlo.
Cuando tu mirada se cruzó con la mía, aquel día que tantas veces he bendecido, fue como volver a existir. Sabes, porque te lo he dicho en diversas ocasiones, que me encontraba en un momento difícil, pensaba que mi vida no tenía sentido, pero tu límpido mirar borró al instante todas mis oscuras inclinaciones y supe, en ese momento, que no iba a permitir que nada ni nadie te apartara de mi lado.
Todos estos años junto a ti ha sido lo más maravilloso que yo, pobre humano, hubiese esperado merecer. Adoro besar tus labios cuando te diriges a mi esbozando tu dulce sonrisa. El verde de tus ojos rivaliza con el del mar y con el aire limpio de la montaña y, al mirarte, tengo la sensación de ser capaz de volar.
¿Y de tus manos? Qué podría yo decir de tus manos si cuando me acarician es como si sintiera la suavidad y la liviandad de una pluma. Todo tu ser, Eloisa, es para mí como una poesía en movimiento de la que no quisiera escuchar el final.
