Día 1 de febrero de 2022 y yo, volviendo a mi costumbre, voy a publicar otro de los relatos en el que utilizo palabras propuestas por nuestra profesora de Escritura Creativa.
Las encontraréis en cursiva distribuidas por el texto.
Os deseo fuerza para poder sobrellevar esta pandemia que no tiene visos de acabar nunca.
Un abrazo a tod@s.
Julita
—¡Caray, qué serendipia he tenido! He llegado a esta
ciudad justo el día de la Epifanía y
se me antoja que va a ser una jornada de lo más entretenida.
En estos términos se expresaba Raúl para sus
adentros, cuando de repente no pudo evitar que su rostro se tiñese de un arrebol intenso, al cruzarse con aquella
chica cuya luminiscencia le dejó
embobado.
En tan solo unos instantes, su cara pasó del
color granate a tornarse irisdicente. La
suerte que tuvo fue que estos cambios de color fuesen efímeros, pues cuando Silvia, que así se llamaba la joven, fijó su
mirada en él, sus mejillas ya habían vuelto a la normalidad.
Fue indudable que entre ellos existió en ese
momento una limerencia, como pocas
veces suele ocurrir.
Se acercaron el uno al otro y, tras presentarse,
decidieron seguir el camino juntos, y es ahora cuando aún lo recorren cogidos
de la mano. Por eso, Raúl nunca ha olvidado el momento en que llegó a esa
ciudad que tuvo tanta importancia en su vida.
Julita San Frutos©