domingo, 1 de julio de 2018

ESCRITO A LAS BOLILLERAS

Andaba yo, en el año 2012, tratando de adentrarme en el difícil arte de los bolillos, cuando se me ocurrió escribir un "poema", si puede llamarse así, en homenaje a mi profesora, compañeras y a tod@s l@s que se dedican a dar forma a los hilos, consiguiendo con ello crear labores maravillosas.
Lo publico hoy aquí, para que, como hago normalmente, puedan leerlo todas las personas a las que les apetezca. 

 Relájate, cierra los ojos, descansa las manos…

¿Oyes su inconfundible sonido?

Tin, tin, clack, clack…

¿Lo sientes? ¿Notas cómo te envuelve?

¿Cómo te acompaña?

Entrechocan los bolillos, resuenan, tintinean.

La madera consigue que flote un murmullo que,
como suave eco, se apodera del ambiente.
Los dedos de las bolilleras los hacen repicar
mientras entrelazan los hilos y crecen las labores.
Ahora abre los ojos y desliza tus manos por los
bolillos, que tus dedos formen parte del ensueño,
que no haya otro sonido que se pueda comparar.
Sueña y haz soñar a todos los que como yo
se han acercado a vosotras para sentir
esa magia que os rodea.
Pepa, Amparín, Conchín, Isabel, Lola, Mª Angeles,
Paquita, Pepita, Susi, Chelo, Pepita, seguid siendo
por mucho tiempo, las artífices de una realidad
que se mezcla con la fantasía.

Julita© (Aprendiz de bolillera) febrero de 2012