miércoles, 14 de marzo de 2018

MI YO

Hoy publico una reflexión que lleva bastante tiempo rondándome por la cabeza y que por algún motivo, que no se muy bien como explicarme, me ha parecido que era el día idóneo para hacerlo.
Julita


  Si un día alguien me preguntase quién soy, le diría que el resultado de todas las personas que en un momento u otro han pasado por mi vida:
« Mi padre; una figura muy importante para mí, pero quizá un poco mitificada, pues no tuve tiempo suficiente para conocerle realmente.
« Mi madre; mi mayor y mejor ejemplo.
« Mis hermanos y hermanas; quienes con su sarcasmo me ayudaron a formar mi carácter.
« El vecino de arriba; un señor especial con muchos años sobre su espalda, que me hizo comprender que yo no era ni más ni menos que nadie.
« Las monjitas de los dos colegios donde estudié; que con su férrea disciplina, consiguieron en mí la estabilidad suficiente para saber comportarme en cada ocasión.
« Mis profesoras y profesores; que con gran tesón, lograron ubicar en mi cerebro, todo lo necesario para enfrentarme a la vida.
« Mis compañeros y compañeras de estudios y trabajos; que compartieron conmigo todas sus vivencias y me hicieron partícipe de sus sueños y esperanzas, enriqueciendo con ello las mías.
« Mi marido; que me dio una familia maravillosa de la que disfruto, y mucho cariño, que aún sigue demostrándome.
« Mis hijas; que me hicieron saber lo que significaba ser madre y ahora, el poder disfrutar como abuela y que, junto con su padre, son el eje de mi existencia.
« Actualmente, cuando estoy casi al final de mi vida, me encuentro con las personas que me ayudan a que mis manos y mi cerebro sigan sirviendo para algo; mi profesora de bolillos, quien con mucho empeño, consiguió en su día coordinar mi mente y mis dedos, para lograr dar forma a las labores que tejo, la de escritura, que me ha dado los alicientes necesarios, para que sepa utilizar las palabras y plasmarlas, con mayor o menor acierto, como les corresponde y Dones d’Olocau, que han sabido sacarme de la urna de cristal en la que me encontraba, para darme cuenta de los graves problemas a los que se enfrentan día a día las mujeres, luchar por erradicarlos y lograr una sociedad más justa e igualitaria.
  Es por eso que a todas, a las que nombro y a las que no, pero que siempre llevo en mi memoria, doy  las gracias, por haber conseguido que sea una persona a la que nunca le ha faltado un ideal que llenase su vida.

         Julita San Frutos©  marzo de 2018